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Oasis- Cali

Este proyecto se ha construído a partir de unas visitas que hice hace un tiempo en ciertos sectores de la ciudad y que ahora son solo un recuerdo, unas impresiones de aquellos lugares que desde su inicio se mostraron distantes y que ahora se han tornado abstractos.

He pensado para el trabajo en estas zonas que a pesar de su invisibilidad estan muy presentes en la ciudad y de alguna manera en mi, que se han apropiado de una gran parte de ella y de mi inconsciente, pero que debido a su construcción social y su densa energía se han autoinvisibilizado, se han vuelto zonas prohibidas, desconocidas, islas dentro de la ciudad, con sus dinámicas y reglas internas que excluyen todo intento del otro orden, del externo, porque han sido obviadas y para sobrevivir se han recogido y a su vez expandido, se han construido por medio de infrasonidos, se han tornado en terrenos desconocidos que están constituidos por zonas “verdes” y sin vida, compuestas por humedales de aguas negras, terrenos yermos y ríos viscosos.

Estas imágenes se han modelado ahora en una superficie de lino blanco un elemento que connota elegancia, distinción y gusto en las fértiles tierras calientes. Sobre ella se ha bordado unas figuras de un sector de la ciudad de Cali, que han sido de antemano abstraídas y dibujadas de un mapa satelital de la ciudad, para alojarse luego como una especie de virus que obra de manera silenciosa y lenta en esa superficie impoluta, alterando su espacio, marcándolo y transformándolo, para hacer del paisaje más heterogéneo, más dinámico y más complejo.

Lo que se pretende es hacer presente lo(s) excluido(s), aquello(s) que trabaja(n) en silencio y que con sus maneras, sus sentidos, sus tramas generan y construyen otros ordenes que acentúan las diferencias.

¿Cómo construir un paisaje en un espacio donde el blanco es un elemento predominante y el verde y lo que él connota es solo para unos pocos[1]? a pesar de estar rodeados por él éste se hace distante y cuando se está cerca de él se torna prohibido o impuro.

¿Cómo hacerle frente al poder cuando su brío es más fuerte?

Hilando fino, reconociendo las formas y sus bordes, haciendo visible su silencio e indiferencia como lo han practicado los aymara[2], es decir, resistir permaneciendo.

El silencio es un mensaje, igual que no hacer nada es un acto.

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NOTAS

[1] Es el color que una persona busca instintivamente cuando está deprimida o ha pasado por un trauma.

[2] Recientemente la práctica del pongaje era una forma sutil de esclavitud en las casas de los ricos gamonales de Bolivia y Perú. Estimativas actuales sostienen que el 80% de los 1.6 millones de aymaristas estén viviendo en las ciudades desempeñando actividades económicas informales y periféricas. El 20% restante vivirían en el medio rural laborando en la pequeña agricultura y pastoreo en las peores condiciones de miseria. Como los castellano hablantes de las urbes son intolerantes con las lenguas nativas, un aymarista es forzado a aprender el español y consecuentemente ocultar su idioma materno hasta a sus propios hijos que por lo general solo hablan español. Esto resulta en la alta tasa de decrecimiento de los aymara hablantes que amenaza con la extinción del aymara como lengua viva.